Lo que hicimos a principios de
curso fue lo siguiente:
–Primero, jugamos a los típicos
juegos de cuando éramos pequeños, como la gallinita ciega, el pañuelito,
etcétera. En un principio, nadie quería hacer nada, pero ya en el juego, solo
se podía observar a jóvenes con risas y sonrisas. Fue muy divertido, aparte,
pude percibir que nos llevamos mejor, había un poco más de confianza.
–A continuación, descansamos y
desayunamos en las mesas de picnic que se nos ofrecía al público, fue
interesante ver qué ciertas personas compartían su comida con los demás, eso me
hizo pensar que las personas pueden ser muy diferentes a lo que uno imagina,
tanto para bien como para mal.
–Después, hicimos la tan esperada
Yincana, que consistía en: cada curso con su profesor, para que a continuación,
fuéramos donde los estudiantes de bachiller, los cuales, estaban esperando a
los grupos para leerles un texto y el grupo, el cual estaba atendiendo, diga
qué Bienaventuranza era. Gran parte de los estudiantes se divertían, otros
estaban un poco cansados por los recorridos que tomaron para llegar a ciertos
estudiantes de bachiller, ¡estaban muy lejos unos de otros! Pero no se puede
negar que fue una buena salida.
–Por último, recogimos nuestras
cosas para esperar a la guagua, no sin antes recoger los restos de basura para
mantener limpio el lugar.
En mi opinión personal, fue una
buena salida, pude conocer más cosas de mis compañeros y me lo pasé muy bien.
Es triste saber que el próximo año no
van a estar los de 2º de Bachiller, pero bueno, es la ley de la vida, el
pajarito deja el nido.
¡Ya espero la salida del próximo año!